Hoy, volviendo al trabajo, me dio uno de esos ataques que me agarran desprevenida ocasionalmente; uno de esos ataques en los que pierdo la noción del tiempo y espacio y nada tiene sentido. Lo peor de estos ataques es que pueden llegar a ser buenos o fatales, porque la verdad es que no hay nada más lindo que perderte en una conversación, una mirada, un beso o un abrazo. Lo malo es que hoy el ataque no fue así. De repente perdí el sentido de la vida, o el propósito digamos; todos los pensamientos locos e incoherentes que tengo en el día a día se esfumaron y fueron remplazados por una taquicardia y un nudo en la garganta, y de repente lo único que podía sentir o pensar era "¿y a quien le importaria si desapareciera ahora?". Sí, muy emo de mi parte, lo sé. Pero por más que me encantaría poder decir otra cosa, ese es el recuento de mi noche.
No quiero mentirle a nadie. Fácilmente podría decir que la causa de todos estos problemas es que alguien me rompió, pero yo sé que es algo más complejo. Me dejé romper. Y no, quiero que conste que no me refiero a que un chico me rompió el corazón y nunca más voy a poder amar de nuevo y me siento sola y devastada (novela mexicana), porque la verdad es que mi corazón, si bien no intacto, está bien y tiene todo el amor del mundo...pero este sentimiento asqueroso que me pega de vez en cuando, me destruye y sé que es por todas las cosas que me pesan que tiendo a empujar u ocultar.
No sé si tiene nombre "esto". Creo que me atrevería a llamarlo angustia, pero está mezclado con un toque de impotencia y otra pizca de soledad. Ja, sí, eso. Perfecto. Lo peor con la soledad es que te hace sentir pequeño, como la peor escoria del mundo, y lo único que querés hacer es hacerte bolita y llorar por horas...pero no alcanza eso, porque como te sentís solo/a, querés llorar en compañía. Querés que alguien se siente con vos, aunque quede callado/a y te deje llorar y enlistar todas las razones por las cuales el mundo apesta y después te lo refute y te haga sonreír, pero estás solo/a, y no hay quién haga eso.
Después, ya en el subte, me di cuenta de algo muy loco: necesito que algo me shoquee de manera constante. Un golpe de adrenalina sentimental. ¿Tiene sentido alguno esto? Creo que no, porque ni siquiera lo tiene a medida que lo pienso, y usualmente las incoherencias que digo tienden a tener sentido en mi mente por lo menos. Sin embargo, incoherente y falto de sentido, mi comentario aplica. Desde hace meses no me puedo quedar quieta. No me gusta volver a mi casa, no me gusta quedarme los viernes a la noche encerrada, no me gusta quedarme callada y, sobre todas las cosas, no me gusta salir sola. Esto último es lo más extraño para mí, porque siempre fui una persona solitaria que hasta disfrutaba ir sola al cine (?), pero ahora no puedo. Odio dormir en mi cama porque el sentimiento de soledad me atrapa; odio el silencio que llena los cuartos de mi casa; odio el odio y la tensión que se forman cuando uno de mis padres entra a la habitación. Odio tantas cosas y odio odiar tan fuertemente a esta edad. Siento que tengo años para llenar mi corazón de odio, pero si mi corazón fuese mi computadora, 85 gb estarían llenos de odio (mi disco es de 85,5).
No sé qué más decir. Quiero decir millones de cosas gritandolas sin palabras.
Si fuese una persona normal, llenaría el vacío con comida o meaningless sex.
La comida me sube el colesterol y no me cae bien la idea del "meaningless sex".
Estoy al horno.
I need a little pick-me-up.
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