el silencio dicho con palabras que callan pero con labios que gritan;
el silencio dicho con tu respiración sobre mi cuello,
sín sílabas, con gestos;
el silencio que dice, que pide,
que anhela y que da;
el silencio que grita las cosas y acalla la soledad.
Y hoy, si callo, es una pregunta,
así que decidí que hoy no voy a hablar,
porque capaz hablando funciona a la inversa,
y mi mente no está preparada para contestar.
Si callo y te pregunto, ¿qué contestás?
¿Decís que sí? ¿Contestás que no?
Mi reino por saber qué pensás.
Así que hoy callo y capaz en el silencio encuentro lo que quiero escuchar.
Capaz en la falta de palabras es donde decís lo que en el día no te animás.
Sólo digo que, hoy, no importan las tildes, los acentos,
los tiempos y sobre todo, que nada que sientas puede estar mal.
Hoy, para mí es cuestión de rendirse y pensar
que en este mundo donde reina el silencio,
las cosas se dicen sin mirar atrás,
y frente a la ausencia de la lógica, se asoma la verdad.
Un punto no siempre marca un final.
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