Hoy, tengo ganas de generar discordia y controversia sin razón alguna. Podría decirse que ver una película de un genio malévolo hizo que ciertas cosas hicieran cortocircuito en mi mente, y ahora quiero que todos lleguen al mismo estado en el que me encuentro yo: aquel que está ubicado exactamente en el medio de estar emo y estar mega-feliz. Hoy la pregunta que quiero plantear no es por qué mi estado es el que es, porque creo que a ninguno de ustedes les interesa por qué cuernos estoy en un estado ambiguo. Hagamos de cuenta que hoy mi humor es Suiza, y pasemos a la pregunta que realmente importa. ¿Es realmente posible olvidar a alguien por quien en algún momento tuvimos fuertes sentimientos? Si bien no discuto que sea posible dejar a la gente en el pasado, yo creo que nunca se olvida; es más, si se olvida, si llegamos a ese asqueroso punto en que la existencia de la otra persona nos da exactamente lo mismo, creo que la pregunta que deberíamos plantearnos no es por qué la olvidamos, si no preguntarnos francamente si aquellos sentimientos realmente eran lo que parecían. Después de todo, si esa persona es casi tan poco rememorable como una basurita que se me metió en el ojo hace tres años, creo que los sentimientos no eran tan fuertes como podía llegar a pensar en aquel momento. Ahora, habiendo dicho eso, paso a aclarar (porque sé que existe la pequeña posibilidad de que vos entres acá un día de estos y veas lo que acabo de escribir y pienses que te considero basura fácilmente olvidable) que con el ejemplo previamente dado no me refiero a nadie de mi pasado. Si bien dejé a todos atrás (aunque lo estoy haciendo sonar mucho más fácil de lo que verdaderamente fue), ningúno está olvidado. Es más, ni siquiera olvidé a ese increíble error que cometí por un simple rebote que me otorgo la hermosa (y patética) anécdota de haber sido víctima de alguien que: a) me habló como bebé; b) se mandó varios monólogos de Capusotto; c) no sólo tiró indirectas si no que dijo abierta e indiscretamente que me iba a llevar muy bien con los padres, entre otras, todas en la primera salida.

Ya perdí la cuenta de lo que estaba diciendo. Creo que estaba en que no es posible olvidar a alguien, si no que lo único que podés hacer es dejarlos atrás. Porque no, no me olvidé de esas personas que en aquel momento significaron algo para mí, por más efímero que haya sido nuestro encuentro y por más dolor que me haya causado en algunos casos. ¿Cómo podría simplemente olvidarlos? No, cada uno de ellos es un recuerdo, algo que me ayudó a crecer y me enseñó una lección que necesitaba aprender en cada momento de mi vida.

Me cansé de escribir.

Me quedé sin inspiración.

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