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miércoles, 8 de diciembre de 2010

Changes.

ADVERTENCIA: la siguiente entrada puede terminar siendo bastante larga. Si uno decide empezar a leerlo, no me hago responsable del estado de locura post-lectura o de cual sea el efecto que mis palabras tengan. Se perdona que abandonen el texto a la mitad, o a la altura que lo hagan. Si lo leen todo, es porque probablemente estén tan locos como yo, me conozcan y sean parte de ese pequeño grupo que dejé entrar a mi vida, a mi corazón o whatever... Here it goes.

Normalmente, haría esto a fin de año o a principios del siguiente, no faltando aproximadamente tres semanas para el 31, porque hasta para mí suena un poco demasiado. Sin embargo, el estado en el que estoy en este momento requiere que yo me siente en frente de la computadora por sea el tiempo que sea que tome escribir lo que acabo de empezar, y haga catarsis y tenga en cuenta todo lo que pasó este año. Pasaron mil cosas: algunas buenas y otras malas, pero voy a intentar incluirlas a todas (aún si incluyen personas que ya no están en mi vida).
¿Cómo empezó? Con un nuevo trabajo, así. Es más, creo que si no hubiese entrado a donde estoy ahora, ninguno de los cambios subsiguientes habrían ocurrido, porque fue gracias a esas personas que conocí ahí que me dí cuenta de lo mucho que quería y me gustaba soñar. Por años me había olvidado de lo lindo que era cerrar los ojos e imaginarme en otro lugar, sola o acompañada, y de repente, al escuchar historias de viajes a lugares paradisíacos o montañas que te hacen reconsiderar tu pequeña existencia, todo eso renació en mi interior. Sí, fue el comienzo de algo hermoso y necesario para la paz interior que hacía muchísimo buscaba (sin saber que la buscaba), pero también fue el principio del final. Pero esperen, no nos adelantemos. Primero lo primero. Hacía años me había perdido y con este nuevo trabajo las cosas empezaron a cerrar. Me había dejado ganar por los estudios, la carrera, mi familia y la dependencia hacia otras personas y no lo había notado hasta ver lo poco dependientes que eran mis nuevos compañeros. Así, con mi dinero en el bolsillo y este nuevo sentimiento de libertad e independencia, conocí el mar. Suena estúpido porque ustedes no conocen la conexión entre una y la otra, pero la hubo, creanme. En fin, conocí el mar, hice un castillito y vi perros en un techo. Si bien todo eso está manchado por las peleas y las lágrimas, nunca me voy a olvidar de cómo sonreí esa tarde.
Y ahora sí, el principio del final. Los cambios siguieron. De repente me ahogué con libertad e independencia (si es posible que esto ocurra) y nada de lo que tenía me cerraba. Nada. Ni siquiera él. Así, fue el final. Hasta el día de hoy mantengo lo que dije: él se merecía mejores cosas que yo no podía ni quería darle, y yo me merecía otras (no sé si mejores) cosas que él no podía o sentía que debía darme. Bye-Bye, So long. Así terminé la relación de tres años con mi primer y único novio. Si bien ahora miro para atrás y apenas puedo dibujar su rostro en el aire, y no recuerdo siquiera el sentimiento que su presencia me causaba, lo recuerdo con un cierto tinte de alegría por todo lo que significó. Pero hasta ahí llegamos, y uso el pasado por una razón.
Después de eso, empecé a armar planes. El vacío que había empezado a sentir se sentía cada vez más y más profundo y estar parada donde me encontraba no me "llenaba". Empecé a comprar dolares y a buscar alternativas para volar a New York, con la esperanza de encontrar allá lo que este país y esta ciudad no me ofrecían. Los junté, lo planeé y nunca me fui. Cuando se hizo el momento de hacer las cosas por escrito, empecé a darme cuenta de que la vida acá no era tan terrible, y el vacío empezó a llenarse con afecto por personas que hasta el momento eran prescindibles.
Conocí gente y me encontré en situaciones en las que nunca me habría imaginado. Por alguna razón me salta a la mente el recuerdo de una fiesta llena de personas homosexuales y yo cantando Belinda y viendo a Ráfaga en el escenario en frente mío. Entre esa gente que conocí, después de haber destruído mi política de "no sentir nada por nadie", fue que experimenté mi primer "corazón roto". Ahí se me arruinaron palabras y por mucho tiempo estuve mal. Empezaron los ataques de pánico a las tres de la mañana que me impedían dormirme y que terminaban con llantos hasta las cinco o seis, en el que mis ojos se rendían por agotamiento y mi mente simplemente se apagaba.
Una cosa llevó a la otra y la facultad se fue al demonio. Nuevamente estaba nadando en un charco desconocido y el miedo y las dudas me agobiaban. Reboté y por alguna razón que no entiendo hasta el día de hoy, encontré razones en cosas simples que la vida me ofrecía para darme cuenta de que la magia está siempre y cuando yo esté dispuesta a verla, y que no necesariamente depende de estar acompañada o no. Increíble que estos pensamientos sean de aquella chica que hace tan sólo unos meses quería atravezar la ventana con su mano para detener y controlar el "dolor".
Y así, llego al ahora creo. De nuevo se dió vuelta la tortilla y ahora no sé muy bien dónde estoy parada. La magia volvió y, si bien me agarran momentos como estos en los que quiero hacerme bolita y llorar mientras alguien me hace "there, there" en la espalda (entiendase: palmadas al estilo Sheldon), las sonrisas y las ñoñadas ocupan un 95% de mí.
Y sí, lo voy a decir (porque si no parece que sólo pienso en el pasado y que no me doy cuenta de las cosas lindas que pasan en el ahora), seguí conociendo gente. Además, a pesar de mis problemas con las palabras, de a poquito hay cosas que puedo decir.

Y sí, también voy a decir lo siguiente:
A aquellos pocos a los que me animo a decirselos o a los que me sale decirselos (porque a veces no es por una cuestión de pudor o verguenza, es simplemente porque la situación no se presta), si les digo que los quiero, sepan apreciarlo porque ustedes saben lo mucho muy difícil que es para mí. Además de eso (porque por más que lo diga pocas veces, capaz no las necesarias o suficientes, y con cierto grado de miedo, lo digo...pero hay cosas que siempre callo), gracias...ustedes entienden por qué y quiénes son.

1 comentario:

  1. for the record tmb bailaste rafaga, no solo miraste. interactuaste con su musica jeje
    te quiero :)

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