Ahora, veo esos ojos sea donde sea con tan sólo cerrar los míos.
Si entraron en busca de coherencia, textos elaborados y palabras elegantes, debo informarles que han llegado al lugar equivocado. En cambio, si son almas perdidas que a pesar de las idas y vueltas de la vida, todavía creen en cosas que la gente tiende a catalogar como ilusas o inalcanzables, éste es su lugar y les doy la bienvenida.
Search for random crap I wrote ages ago
sábado, 5 de febrero de 2011
Memories...
Todavía me acuerdo; me acuerdo de esa espera interminable en la esquina incorrecta, con el sentimiento asqueroso de ansias mezclado con miedo haciendo un nudo en mi garganta. Me acuerdo de por fin escuchar el celular sonar, sentirme estúpida y caminar hacia atrás. Me acuerdo de ver a la distancia ese rostro que pocas veces había visto de cerca y de intentar detener a mi mente. Me acuerdo de esos pensamientos y las dudas que cruzaban por mi cabeza a medida que la distancia era menor y mis manos empezaban a temblar. Me acuerdo de preguntarme a mí misma por qué el temblor se apoderaba de mí cada vez más y más, y si era posible que lo que me habían dicho anteriormente fuese verdad. Me acuerdo de la pantalla llena de colores reflejando la luz en ese rostro que por fin podía ver de cerca. De nuevo, aunque esta vez no me estuviesen mirando, esos ojos me atravezaban y algo dentro mío rogaba que se cruzaran con los míos. Indecisa, yendo y viniendo de la pantalla a esos ojos que hacían caso omiso de mi presencia, me preguntaba si había una remota posibilidad de que los mismos pensamientos y las mismas interrogantes pudiesen estar invadiendo tu mente como hacían con la mía. Me acuerdo de que cuando las luces se apagaron, los colores terminaron y las voces empezaron a llenar la habitación, mi cuerpo se llenó de más miedo. Me acuerdo de no querer que ese momento se acabara, aunque no entendiera muy bien el por qué. Pero lo que vino a continuación fue bueno igual, o más. Esos ojos que cambiaban de color de un momento a otro ya no miraban a un punto lejano, si no que miraban a los míos. Por alguna razón, tenía miedo de que los míos me delataran y dijeran algo indebido. Me acuerdo que en algún momento el día decidió deshacerse de la luz, y esos ojos se escondían en la oscuridad de la noche. También me acuerdo de que a medida que la no-luz nos envolvía, empezamos a hablar. Y me acuerdo que en algún momento, después de horas y horas y bajo el efecto del alcohol, mis dudas se fueron. Con una simple oración, con una acción, me acuerdo que se borró el tiempo y eso mismo viene haciendo desde entonces.
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