Cada vez que veo una foto tuya, algo adentro mío duele de nuevo. Veo un "me gusta" que apretaste hace meses o por una debilidad entro a tu blog y me encuentro con esas cosas lindas que escribías que fueron las que nos hicieron hablar por primera vez, aunque pensaba que eras una perra creída que me iba a caer mal. Y después, pensando en lo mal que me caías al principio, me acuerdo cómo me ganaste con el tiempo. De repente eran todas casualidades: escuchabas lo mismo que yo, veías lo mismo que yo, tenías el mismo hábito insoportable e inentendible de crearte mejores amigos que ni te conocían o, por lo menos, no juzgabas el mío, hasta tenías el mismo cuadernito que yo, que escribías en lápiz en el medio de las clases aburridas de literatura, cuando te sentías por encima del contenido y te permitías irte a otro mundo. Me acuerdo de lo equivocada que me sentí, porque no eras una perra frígida, si no que la chica más dulce que conocí. Hoy en día, me arrepiento de haber dejado todo en el aire después de haber dejado las clases, aunque me acuerdo de ciertas conversaciones por el messenger sobre los cazadores de nazis, y me acuerdo de tu mensaje por facebook de que aunque las dos sabiamos que nunca más nos ibamos a ver, seguiamos el contacto así. Y pensando en cosas asi...llego al momento en el que me enteré que ya no estabas ni ibas a estar más. Pero me equivoqué de nuevo. Estás cada vez que "hear you me" suena en mi celular, o cada vez que entro a este blog y veo el tuyo sin postear hace meses. Estás cada vez que me acuerdo de tus risas o de nuestras conversaciones de musicales o libros. Estás cada vez que no estás, y eso duele más. En un mundo en donde nunca me sentí identificada o entendida, vos me mostraste que no era la única rara y terminaste mostrandome que eras bastante tan rara como yo. Extraño eso. Extraño tu rareza. Extraño ser rara juntas, por msn, en los recreos, en las clases con esas miradas complices que intercambiabamos con los errores (horrores) gramaticales, o esas sonrisas con las peliculas buenas o los acentos lindos. No cambiaria las cosas, pero volvería a vivir esas clases y esas conversaciones. No soy de creer en Dios, pero vos lo eras, así que espero que desde allá arriba, donde sea que sea, tengas una conexion de 7 megas que te permitan conectarte desde la cama y veas esto.